Mi primer computadora propia, con windows Xp e Internet llegó recién al año 2007, sin embargo aún recuerdo 3 grandes compañeros tecnológicos y hazañas, las cuales difícilmente olvidaré.
1° puesto: El ciber, Windows Xp y la banda ancha
Particularmente, solo tengo comentarios positivos hacia este robusto sistema operativo, ampliamente personalizable, programas para todo, funcionalidad, respuesta. Xp estaba donde iba yo, desde la escuela al ciber y en la casa de mis amigos más afortunados; siendo hacia esos años que Xp e Internet de banda ancha comenzaron ya a trabajar en nuestras vidas cotidianas como un binomio inseparable.
A causa de esto, mis primeros pasos en la informática por fuera de la sala escolar se vieron inmersos en un fresco aire de libertad, alcance y perspectivas que solo podía encontrar entrando en la asombrosa funcionalidad de windows Xp y la banda ancha. Mi adolescencia, Xp e Internet se encontraban por primera vez en esos años para comenzar un largo recorrido juntos.
2° puesto: CDs
Si bien hacia el año 2004 los diketes ya me habían hecho perder demasiados trabajos escolares como para confiar en ellos, y los pendrives de 128 MB solo eran una pieza futurista en la mochila de mi compañero cuyo padre era empresario, mi única y robusta posibilidad de conservar y trasladar mis datos era bien enviarlos como un mail hacia mí mismo (cuando su tamaño era excepcionalmente reducido) o pagar para que en el ciber me los graben a un CD y así poder leerlo en otra PC. Los CDs me permitieron imprimir libros en lugares donde no arrancaban la cabeza por una hoja, me permitieron pedirle a mi primo con lecto-grabadora que me grabe unas copias de Soda Stereo, Los Piojos, Los Cadillacs... podía comprar por unos pocos pesos música que reproduciría incansablemente en la única compactera portátil que teníamos en casa.
Y no olvidar cómo entre tanto fue saliendo el formato MP3... con él los vendedores conocidos y amigos con Internet en casa podían armarme CDs de audio variado con lo que quisiera, y en su primer momento para mí era insuperable.
3° puesto: Messenger
Por último, cómo olvidar que en esta conocidísma plataforma mi vida social comenzó a tejerse más allá de mis amigos del barrio y de la escuela. En su momento no podía entender cómo uno podía escribirse en el instante con gente de Buenos Aires, y esa sensación de saber que aquella personita especial se conectaba en cierta hora, y uno podía pasar despreocupadas horas conversando y relacionarse en nuevas formas distintas y complementarias a lo presencial. Messenger me acompañó a conocer nuevos lenguajes y nuevas relaciones a través de la pantalla, resguardado en ese "no me ve", lo cual cambiaba varias pautas de conversación y nuevos modos. Messenger me acompañó en varias conversaciones importantes de mi vida y desde allí logré adaptarme a nuevas sucesiones como Facebook, entre otras.
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