martes, 29 de septiembre de 2020

¿Qué avaluamos (y cómo lo sabrá el alumno)? ¡Esa es la cuestión!

¡Saludos nuevamente! En esta etapa hemos aprendido a diseñar criterios de evaluación, niveles de desempeño a evaluar y cómo hacérselo saber a nuestros alumnos. Todo esto ha sido el eje central del abordaje en este módulo. Se nos ha enseñado en esta etapa cómo diseñar rubricas y guías de evaluación. Ambas son recursos de gran utilidad y pueden construirse muy sencillamente a través de Moodle, integrándose en los recursos de Tarea y facilitando de este modo una retroalimentación de calidad para el alumno.

Tanto la rubrica como la guía de evaluación, en este caso,  han sido diseñadas para guiar el proceso evaluativo de la actividad anteriormente diseñada en el módulo anterior. Adjuntaré a continuación la actividad así como capturas de la rubrica y guía de evaluación confeccionada. Dejo de este modo una constancia de lo que he logrado elaborar y los invito a comentar sus opiniones.

  • La actividad propuesta:

  • La rubrica que he diseñado para la actividad:
  • La guía de evaluación:

Vale aclarar que en este caso los recursos propuestos poseen un gran potencial de aplicación ya que, en actividades como la que he planteado, la producción de portafolios digitales y el desarrollo de proyectos brindan al final del recorrido una amplia variedad de resultados y gran información para entender cómo el alumno ha vivenciado este proceso.

Si  bien no ha sido compleja esta tarea, considero que los contenidos abordados son de gran utilidad. En mi caso personal, no había logrado antes detenerme a investigar como aplicar estos recursos en mi actividad docente y hoy siento que estoy en condiciones de brindar al alumnado un mejor proceso evaluativo, así como retroalimentaciones más claras y completas.

Desde ya muchísimas gracias, nuevamente, al equipo docente por su paciencia, y su dedicación para brindarnos esta calidad de contenidos, tan útiles para nuestra tarea y desempeño cotidiano.

¡Hasta la próxima!

martes, 22 de septiembre de 2020

¿Para qué evaluar? ¿Qué evaluamos cuando evaluamos?

Bienvenidos a una nueva etapa más en mi recorrido por nuevas propuestas de formación docente. Esta vez motiva mi relato los curiosos cruces, aciertos y desaciertos que vivimos tanto docentes como alumnos al momento de afrontar instancias de evaluación. Si vamos a lo que la realidad nos muestra, hacia ambos lados del proceso el clima suele ser el mismo: los docentes estresados, sobrecargados de tarea para corregir, y los alumnos preocupados y con ansiedad acerca de qué pasará con el esfuerzo realizado en la preparación y así con la acreditación de sus saberes.

Yo mismo, detrás de este teclado pienso en eso y me asaltan ingratos recuerdos de mis épocas universitarias, mesas y preocupaciones. Es por ello que es urgente y necesario un abordaje de estos conceptos. Siendo esta vez oportunamente propuesto por el destacado equipo docente del trayecto formativo en que me estoy desempeñando. ¿Les ha pasado lo siguiente, como alumnos o como docentes?


Durante este trayecto no solo se nos enseñó a evaluar críticamente un instrumento o actividad, además de ello se nos enseñó la forma de brindar una oportuna retroalimentación. Desmitificando de este modo el proceso evaluativo como clásicamente se lo conoce.

A lo largo de esta actividad he comprendido que no solo hay un qué (ya conocido: el estrés) acerca de esta realidad, si no un por qué y un cómo. Se nos invitó a realizar una encuesta para 15 docentes al azar, y sorprendidos por los resultados, hemos concluido junto a mi equipo de trabajo que la mayoría de los docentes realmente se encuentran en favorables vías de mejorar la evaluación; sin embargo viejas concepciones ya inculcadas en el inconsciente colectivo y la falta de recursos principalmente observada entre el alumnado son algunos limitantes a la hora de pensar un mejor modelo evaluativo.

Habiendo abordado dos instrumentos de evaluación propuestos por mis compañeros, mas las respuestas recabadas a través del formulario, el panorama como mencioné es alentador. La mayoría de los docentes no conoce literalmente el término "consigna auténtica" pero reconoce sin dudar que el eje del proceso evaluativo debe ser una experiencia sana y provechosa en el alumno, mediante la cual pueda reconstruir el proceso realizado, reconocer errores, interactuar con sus pares y principalmente recibir una oportuna y detallada retroalimentación de su docente.

Esta actividad, si bien ha sido extensa, me ha permitido reconocer qué hay y cuánto más detrás de una evaluación auténtica y más humanizada. No es misión imposible, por lo contrario, si nos centramos en el alumnado y su proceso es mucho más simple, amigable y menos estresante el proceso evaluativo así como la temporada de exámenes; mas aún en el contexto actual.

Entonces, resumiendo: 
  • ¿Para qué evaluamos? Desde mi experiencia obtenida a lo largo de esta actividad me animaría a responder que el objetivo es propiciar en el alumno un proceso más en su trayecto, el cual permita consolidar aprendizajes significativos a través de la acción, de la experiencia, reflexiones, metacognición, sin olvidar una adecuada retroalimentación por parte del docente.
  • ¿Qué evaluamos cuando evaluamos? De igual modo, considero que evaluamos las capacidades que el alumno efectivamente ha apropiado, en qué medida lo ha logrado y cómo ha sido su proceso.
Evaluar bajo antiguas concepciones o a través de métodos simplistas solo genera en el alumno indeseables situaciones que como docentes bien podemos prevenir, e inclusive mejorar esta experiencia y potenciar los resultados a través de un proceso más humanizado y consciente a la hora de evaluar.

¡Saludos y hasta la próxima! Gracias por leerme




lunes, 14 de septiembre de 2020

El desafío de la consigna auténtica, la evaluación como proceso

¡Hola a todos! Nuevamente aquí me encuentro redactando mi experiencia, esta vez guiado por una excelente propuesta referida al enriquecimiento del proceso evaluativo. Entendiendo al mismo no ya como una instancia de acreditación si no como una oportunidad para fomentar el interés y fortalecer aún en dicha situación las experiencias significativas que propician el aprendizaje.


En esta instancia no solo he aprendido a perseguir y conseguir auténticas consignas más allá del contenido, mejor aún, he logrado comprender que el logro de una auténtica consigna abre nuevas puertas para flexibilizar y humanizar la evaluación como proceso.

Se nos pidió en la actividad correspondiente producir un instrumento de evaluación cuyas consignas sean "auténticas", brindándonos como guía una gran cantidad de recursos útiles. Tomaríamos aquí cualquier eje en desarrollo, a elección, dentro de nuestros espacios curriculares; guiándonos en la producción de un recurso que utilizaremos verdaderamente con nuestros alumnos. 

Y así fue que ante la propuesta apareció sin dudas la oportunidad: Proyectos de trabajo Scratch y portafolios digitales.

Actualmente en la Escuela de Comercio Martín Zapata estoy a cargo del Espacio de Definición Institucional (EDI) Informática I "Introducción a la Progrmación", dentro del cual con los alumnos de 1°3° y 1°7° en estas semanas nos encontramos presentando el software Scratch, su plataforma online y las innumerables posibilidades que esta brinda como red de aprendizaje interdisciplinario  y también como comunidad de desarrollo a escala mundial.

Abordando el material propuesto llegué a la conclusión de que no habría mejor oportunidad para mis alumnos que ofrecerles empezar su trayectoria en esta plataforma a través de la creación guiada de un proyecto de trabajo y la elaboración de un portafolio digital.

Sabiendo también que ellos ya han desarrollado antes ciertas producciones creativas, la propuesta fue poner manos a la obra para adaptar sus elaboraciones previas a la nueva plataforma. Particularmente reacondicionando una historia interactiva que ellos habían creado en PseInt (un software muy rudimentario para aprender programación), e invitándolos a darle vida mediante los recursos que ofrece Scratch: sus fondos, disfraces, música, sonidos y el motor de texto a voz.

El proceso en sí no ha sido dificultoso para mí ya que tengo una tendencia natural hacia emprender proyectos con alumnos. Destaco de esta experiencia la practicidad del contenido propuesto y la facilidad con que se nos ha guiado para su implementación "hoy" (aclaro que mañana mismo estoy subiendo esta actividad a mis alumnos).

Desde ya muchísimas gracias al equipo docente por la calidad del material propuesto y a mi tutor Augusto por la paciencia y precisión en sus respuestas. Adjunto a continuación el enlace a mi producción para esta actividad:
¡Saludos!